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jueves, 11 de diciembre de 2014

Curiosidades sobre los tiempos verbales en español

Los tiempos verbales en español tienen distintos usos. El presente no solo se utiliza para hablar de acontecimientos que se desarrollan en el momento del habla, sino que también se usa para referirse al pasado, por ejemplo. Este uso de los tiempos verbales está configurado en los hispanohablantes de tal manera que ellos mismos no son conscientes de estas diferencias. Sin embargo, para los estudiantes de español como lengua extranjera puede resultar un poco enrevesada la elección de los tiempos verbales en determinados contextos. Por ello, vamos a enumerar algunos contextos particulares en los que los tiempos verbales juegan con las interpretaciones y algunos usos de los tiempos verbales que equivalen a otros tiempos.

Comenzamos con el presente de indicativo. Este tiempo verbal “expresa coincidencia de la situación designada con el momento del habla” (RAE, 2011). Ese momento del habla puede referirse a una situación puntual en el presente. En este caso podríamos utilizar tanto un tiempo continuo como un tiempo simple de presente. Veamos un ejemplo: Está estudiando en su habitación ahora mismo. Estudia en su habitación ahora mismo. Estas dos oraciones son equivalentes.

El presente también hace referencia a una situación que coincide con el momento del habla pero que tiene un enfoque más amplio; es una situación que se prolonga (presente genérico) o repite en el presente e incluso tiene un carácter más estático (presente habitual). Carolina vive en Los Ángeles. Macarena come en casa todos los días.

Uno de los usos más comunes del presente es el de las situaciones estables (presente caracterizador o descriptivo). Bogotá es la capital de Colombia. El presidente de Francia es Hollande. Y otro es el aquel uso del presente para enunciados normativos y verdades o hechos universales (presente gnómico). El agua hierve a 100º. La tierra gira alrededor del sol.

Por otra parte, el presente se usa en determinados contextos con valor de otros tiempos verbales. Por ejemplo, con valor de pretérito encontramos el presente histórico (Colón descubre América en 1492) y el presente narrativo (La semana pasada me dice mi hermana que está embarazada, ¡vaya sorpresa!).

Con valor de futuro encontramos el presente prospectivo, en el que el valor del presente se interpreta claramente como un tiempo futuro. Mañana María va a comprar los regalos de Navidad. El paquete llega mañana. El presente de mandato utiliza el tiempo presente para emitir una orden. Ahora mismo te vas de casa. Mañana me traes lo que te he pedido.

El siguiente tiempo verbal que analizamos es el pretérito perfecto simple. Este tiempo sitúa la acción verbal en un punto anterior al momento del habla. Entre todos los hispanohablantes existen diferencias notables entre el uso de este tiempo verbal y el pretérito perfecto compuesto que nombraremos tras explicar las diferencias conceptuales entre estos tiempos.

Por ejemplo, la gran diferencia entre el pretérito perfecto simple y el pretérito perfecto compuesto es que este último designa una acción que se prolonga hasta el momento presente mientras que el primero designa acciones ya finalizadas. Veamos un ejemplo: La semana pasada me compré un ordenador portátil, esta oración designa una acción que comenzó y finalizó en el pasado, “la semana pasada”. Sin embargo, en una oración con periodos de tiempo que se consideran como prolongados hasta el momento del habla, como “esta semana, este año, hoy”, se utiliza el pretérito perfecto compuesto como en el siguiente ejemplo: Este año he tenido mucha suerte, esta semana he estudiado muchísimo. Hoy he comprado fruta.

En este punto es donde encontramos las diferencias regionales en los hispanohablantes. En la mayoría de países hispanohablantes suramericanos, centroamericanos, caribeños y algunas partes de España (Argentina, Chile, noroeste de España y Canarias, etc.) es frecuente el uso del pretérito perfecto simple en periodos de tiempo que se consideran incluidos en el momento de habla. Por ejemplo: Este año tuve mucha suerte. Esta semana estudié muchísimo. Hoy compré fruta.

El pretérito imperfecto también es uno de esos tiempos que tiene distintas interpretaciones contextuales. Como norma general, el pretérito imperfecto alude a situaciones que anteriores al momento del habla sin precisar ni su comienzo ni su fin. También tiene un matiz de hábito en el pasado. Se levantaba muy temprano todas las mañanas.

El pretérito imperfecto onírico o de figuración se utiliza en contextos irreales. Soñé que tenía dos hijos y tres perros. El pretérito imperfecto de cortesía se utiliza en situaciones formales donde se exige un alto grado de formalidad: Quería un buen champán, por favor. El pretérito imperfecto prospectivo que “expresa hechos posteriores a una situación pretérita” (RAE, 2011) es otra interpretación contextual de este tiempo. Pensamos que te ibas a las cinco.

El futuro simple, que expresa la acción verbal en un momento posterior al momento de habla, tiene un uso distinto también. Este es el futuro de conjetura, un tiempo que se interpreta como una suposición en el momento presente. Tendrá que estar ya al llegar.

Por último, el condicional simple normalmente se refiere a situaciones hipotéticas y situaciones anteriores a un punto en el pasado. Si fuera tú, iría. Existen varias interpretaciones del condicional. Encontramos el condicional de atenuación, que juega con la intencionalidad. Deberíamos empezar a trabajar. Y el condicional de conjetura, en el que se presenta una suposición en el pasado. Me gustaría ir de compras.


¿Conoces otras interpretaciones contextuales de otros tiempos verbales? Esperamos que te haya servido esta entrada para aprender o para ser consciente del uso de estos tiempos en el español.

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