Curiosamente, los hablantes del español solemos tener
problemas a la hora de utilizar correctamente los pronombres átonos (lo, la,
le), llegando incluso a influir en la forma de hablar empleada en los medios de
comunicación, por lo que en esta entrada vamos a explicar cómo se deben utilizar y
qué se debe evitar.
En primer lugar vamos a explicar su uso correcto o
normativo según la Real Academia Española (RAE):
Complemento directo
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Complemento indirecto
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Singular
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Lo
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La
|
Le
|
Plural
|
Los
|
Las
|
Les
|
Leísmo
Consiste en utilizar
“le” en lugar de utilizar los pronombres “lo” y “la” para desempeñar la función
de objeto directo.
Se ven afectados en mayor o
menor medida, por ejemplo: Castilla y León, Madrid, Cáceres, País Vasco y
Navarra en España.
Concretamente, en
Valladolid, León, Palencia, Burgos, Segovia y Soria emplean el leísmo tanto en
singular como en plural. En Salamanca, Ávila, Madrid y Cáceres tan solo se
emplea el leísmo en singular. En País Vasco y Navarra, debido a la influencia
del euskera, utilizan
“le” tanto para objetos animados como inanimados, independientemente del
género. Existen casos mixtos como el de Cantabria, donde utilizan “le” para los complementos directos masculinos con
antecedente contable, y “lo” para cuando el antecedente es incontable (sin
tener en cuenta el género ni el número).
En lo
referente a si es o no correcto, la RAE estima que en singular es incorrecto
cuando se emplea para referirse a una cosa, pero no lo es si se está refiriendo
a una persona masculina (siendo incorrecto si es una persona femenina). En el
plural siempre se considera incorrecto. Por ejemplo:
- Al perchero le repararon ayer [error] – en lugar de – El perchero lo repararon ayer
- A Laura le vi en el parque [error] – en lugar de – A Laura la vi en el parque
- A Mario le saludé la semana pasada [aceptado] – A Mario lo saludé la semana pasada
También se acepta el uso del leísmo en las construcciones
impersonales con “se” (tanto en singular como en
plural). Por ejemplo:
·
Al
futbolista se le felicitó por el buen partido que había
jugado
El uso correcto del pronombre átono “le”
sería para las ocasiones en que se refiere al complemento indirecto, tanto en
masculino como en femenino. Por ejemplo:
·
Le
dije que comprara el pan
Laísmo
Consiste utilizar el pronombre “la” en lugar de
utilizar el pronombre “le” para desempeñar la función de objeto indirecto.
Suele ocurrir debido a que se desea remarcar el género de la persona de la que
se habla. Por ejemplo:
·
A Sara la
pidieron que no fuera - A Sara le pidieron que no fuera
Se ven afectadas Madrid,
Cantabria y Castilla y León (en el centro y el noroeste).
Loísmo
Consiste en utilizar el pronombre “lo” en lugar de
utilizar el pronombre “le” para desempeñar la función de objeto indirecto. Es
mucho menos común que los otros dos. La RAE lo considera incorrecto, al igual
que al laísmo. No se suele dar en textos escritos, excepto en algunos
marcadamente dialectales.
·
A Carlos lo despidieron hace un mes – A Carlos le despidieron
hace un mes
Se ve
afectado el norte de España, a causa del asturleonés oriental. Concretamente se
da en el centro y este de Asturias y casi toda Cantabria.
En conclusión, he estado hablando bien.
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